¿Legalizarla o no legalizarla?

En los últimos días he pensando en diversas cosas y he tenido de los más entretenidos sueños. El año ya casi se termina y me siento bien; a veces un poco viejo, a veces demasiado joven. No soy lo suficientemente joven como para saberlo todo decía un autor por ahí. Tampoco soy lo suficientemente viejo como para poder escribir lo que sí sé y sentirme seguro de ello.

En fin, hace un par de días asistí a un fiesta de los años cincuenta, ¡me disfracé y todo! Ahora parece que la época me persigue inexorablemente. Me siento en el salón de una casa maya, a un lado de un piano de cola color negro. Hay música cincuentera en el fondo, casi cuarentona diría yo, y me susurra el francés que yo ya casi olvido. Otro propósito de año nuevo, aprender el idioma para sentirme seguro de hablarlo en discursos avanzados y elaborados (aunque casi no los tengo ni en mi lengua madre).

He conocido a personas interesantes también en los últimos días. Me re-encontré al Roberto en la afamada fiesta y discutimos un rato acerca de drogas y de los beneficios económicos de discriminalizarla. Creo que voy a organizar un foro al respecto en los próximos meses. Tengo que pensar en oradores que nos puedan instruir en tan complicado tema en México, por eso de los riesgos de salud, los peligros sanitarios y también la atascada moral mexicana. Si alguien se apunta por favor diga “yo”.

¿Y de la cultura? No sé, todo hoy en día es un gran teatro. El hecho de que FECAL haya bajado el presupuesto me parece lo suficientemente estratégico para que la gente vaya a dialogar con las instituciones que ya habían mandado al diablo. Ahora resulta que les sueltan otro par de millones, ahora que ya están en el huacal. Ni hablar… nuestra sociedad se pierde en la desgracia de no tener una cultura cívica… olvidarse que ya no exista la materia en la educación pública. Ala… ¡vamos a dormir! Recuerda Roberto.

0 comments: